Edificado en la segunda mitad del siglo III A.C. se enriqueció de elementos arquitectónicos y artísticos gracias al emperador Cesar Augusto Octaviano. Por esa razón, aunque se trate del segundo teatro más grande de la isla después del teatro de Siracusa, sus particularidades estructurales hacen ese edificio único en el mundo, con una vista espectacular desde el volcán Etna hasta la ciudad de Giardini Naxos.